domingo, 7 de febrero de 2010

Lucena cf 3 - Granada cf 1

Derrota contundente de los rojiblancos, sin paliativos, que pudieron ser goleados y se quedan a cinco puntos del Melilla 
 
En el partido más exigido por la victoria matutina del Melilla, el Granada dejó su peor versión en Lucena. Los rojiblancos fueron goleados por 3-1, e incluso merecieron algún tanto más. La actitud en muchas fase fue lo peor del encuentro, tristones de arranque y dormidos en la reanudación. Los de Tomé se descuelgan a cinco puntos del primero, el Melilla.
El dominio local en ataque se hizo presente desde los primeros compases. A los siete minutos, Nyom cometió un penalti tonto sobre Sarmiento, al golpearle en un despeje, pero el árbitro no se percató de la jugada y no lo señaló, para fortuna rojiblanca.
Tres minutos después, el Lucena pudo adelantarse en el saque de un córner, pero el remate lo alejó Raúl con una notable estirada.
El mando lucentino se disipó un poco del área, aunque siguió controlando el encuentro, ante un Granada sin chispa, que perdía todos los balones divididos. Tan apagado estaba, que permitieron la llegada del gol local. En el minuto 35, el Lucena tocó y tocó sin presión rival y terminó su combinación con un balón al área, que alcanzó Abraham en el área, en posible fuera de juego. El árbitro no lo vio así y el jugador disparó a gol con fuerza.
Lejos de cambiar la tónica tras el descanso, el Granada fue castigado con dureza al reanudarse el partido. Un saque de falta en el primer minuto del segundo acto se transformó en el tanto de Babin de cabeza. Tres minutos después, Nyom (en su peor partido como rojiblanco) hizo un claro penalti a Abraham que convirtió Cabello.
Con pocas opciones de reacción, el Granada se metió en el partido gracias a un lanzamiento de falta de Benítez, que dio en la barrera y se alojó así en la red (m. 62). Fue en único rato que dio sensación de peligro. Tomé había iniciado el carrusel de cambios ofensivos (debut de Collantes incluido) y llegaron las oportunidades de recortar la ventaja. Pero ni Ighalo ni Benítez estuvieron acertados en sus lances.
Ese impulso se agotó y el Granada concluyó con la cabeza gacha, avasallado por los locales, que casi golean a última hora, siempre más concentrados que los visitantes.
Las flojas actitudes de los rojiblancos siguen fuera de casa, donde su racha es preocupante. El campeonato se hace muy complicado, aunque queda mucha Liga.

R.Lamelas para Ideal.es

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